Si #DiosLlama en una #Vocación, da la fuerza necesaria para responderle, con tal que tengamos la humildad de recurrir a su #Misericordia y seamos compasivos con la gente.
Nunca creas que una vocación (matrimonial, consagrada, sacerdotal o cualquier otra), es un peso que Dios te da, sin comprometerse con vos. Por eso contá siempre con Él para llevar a cabo el sentido de tu vida.
No hay que tener miedo de los defectos propios; hay que recurrir a su Misericordia continuamente, sin desesperarse y pedirle mantener un continuo espíritu de conversión.
El prójimo que Dios nos da, también es mensajero del Señor. Muchas veces nos habla en las voces de quienes nos rodean.
Pidamos al Espíritu Santo poder interpretar sus mensajes y responderle con generosidad.
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